6/16/2014 0 Comments El vuelo de la brujaTodas ya listas para el despegue. Las escobas preparadas. Mucho tiempo llevábamos preparándonos para emprender de nuevo el vuelo, el vuelo de nuestro linaje interrumpido hace siglos por la autoridad religiosa, eclesiástica y política, por la autoridad jerárquica y dominadora. Lo que es fuera, es dentro, pero ¿dentro de dónde? ¿de mí o del otro?
El vuelo prometía ser alto, muy alto, tan alto como profundo. Un vuelo donde conquistaríamos regiones antes no alcanzadas, o sí, pero hace ya tanto tiempo que ni nuestras células se acuerdan. Cada una asiendo su escoba, mirando lejos, al horizonte, al infinito al alcance de nuestra mano. De nuevo, como hace años durante siglos, llegó la autoridad a pedirnos cuentas. Demasiado alto prometía ser el vuelo, demasiado alto. No acabamos en la hoguera, ni multadas, ni denunciadas. De hecho, la autoridad no llegó a interrumpir el despegue. Muchas lo iniciaron mientras unas se enfrentaban a la autoriadad y otras se mantenían pendientes de la situación. Ni hoguera ni juicios, solo un vuelo un poco más bajo, nos pidieron, para no alarmar a los vecinos. Después del regreso y confiando en la vida como confío no dejo de preguntarme para qué vino la autoridad, si para evitar la alarma de los vecinos o para cuidarnos a nosotras mismas...
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5/6/2014 0 Comments LímitesQue me ponen, que me pongo. Límites que no me dejan seguir adelante con mi camino y límites que me protegen de caer en el vacío cuando aún no estoy preparada para saltar. Límites de colores y en negro, y también en blanco y negro. Límites visibles, de ladrillos, de prohibiciones, de leyes, de peticiones y exigencias junto a otros invisibles camuflados de preferencias, de deseos rellenos de miedos.
Juicios límites, prejuicios límites, palabras de otros que me paran como ladrillos y pensamientos de otros que me bloquean, e inmovilizan. Y palabras y pensamientos de otros que se me han metido tan adentro que pasan a ser míos los pensamientos y mías las palabras y mío el deseo y la preferencia de pararme en el quicio de la puerta en lugar de echar a volar. De otros las palabras y mío el miedo. De otros el cemento con el que construyo la pared justo entre yo y lo que más deseo en este mundo. De otros el cemento y míos los ladrillos y el esfuerzo de subir centímetro a centímetro el muro que me separa de las infinitas posibilidades. 3/12/2014 0 Comments Soy el poder dentro de mí...Leyendo las siguientes palabras de las grandes Anne Baring y Jules Cashfrod regresaron reflexiones que llevaban rondando algún tiempo mi pensamiento. Ellas afirman que Hoy en día no hay, formalmente hablando, dimensión femenina alguna de lo divino en la mitología judía y cristiana; nuestra cultura está articulada a partir de la imagen de un dio masculino que se sitúa más allá de la creación y que la ordena desde el exterior, en vez de estar en el interior de la misma, como lo estuvieron las diosas madres antes que él. (El mito de la diosa, Ed. Siruela, p. 13) Al hilo de estas palabras una cuestión regresa a mi mente y mantiene entretenida a mi razón no siempre tan lógica y ni aplastante.
Explican estas dos grandes historiadoras que el principio divino femenino, principio articulador de la vida hasta aproximadamente el año 4000 a. c. y que en la actualidad rescatan las denominadas por ellas "nuevas ciencias", es un principio unificador, un principio que incluye y que se articula y regula desde dentro. No existe en este principio una figura externa que dirija sino que es la propia vida la que se regula y dirige a sí misma. Leer esto me trae últimamente un único pensamiento a la cabeza: ¿cuándo dejaremos las mujeres de decirnos unas a otras lo que tenemos que hacer tal y como viene haciendo el patriarcado a lo largo de estos últimos 4000 con nosotras y con todos los seres del planeta? ¿Cuándo conseguiremos deshacernos de la seguridad de saber lo que es mejor para las otras y de ponernos por encima en la escala de sabiduría? ¿Cuándo dejaremos de sentir que la autoridad está fuera, que el poder está fuera, que las leyes que gobiernan están fuera de nosotros? Una posible respuesta la encuentro levantando la mano entre las interpretaciones de la cita del inicio: cuando traslademos el poder que le damos al dios masculino que todo lo ordena desde fuera al principio femenino que todo lo ordena desde dentro. Dios dentro de mí, vida sagrada que me guía y protege dentro de mí. En este principio de organización no caben las jerarquías ni los gurús masculinos ni femeninos que reparten bendiciones y que con el amor y la sanación como bandera siguen alimentando la cadena de fuera a dentro. Soy el poder dentro de mí. Y fuera de mí, más poder dentro de sí. 3/11/2014 0 Comments No me calloNo, no me callo. Hablo y digo lo que pasa por mi mente. Me muero de ganas de soltar ese pensamiento que hará sentir agudo y conciso el aguijón del escorpión, sin rabia, sin miedo, por el simple hecho de divertirme con la poderosa herramienta de mi mente y la velocidad y lucidez de la que goza estos días. Sin rabia, sí, aunque con deseo, siempre, de sentir el poder que da una frase directa, sin rencor, asertiva, y con la intención de dejar al interlocutor la señal de la elocuencia.
No me callo, me digo. No me callo, me repito constantemente en estos días para silenciar las miles de razones bozales en forma de motivos por los que mejor no desvelar el aguijón, la flecha, el arco, la existencia de un blanco en el que dar. Días con la frase en la lengua, horas excusándome para mantenerla atrapada, ahogándola en saliva y encerrándola entre dientes. Abrir la boca y soltarla, por fin, y sentirme segura y libre de culpa. Hace tiempo que dejé de envenenar las flechas y mi aguijón hace tiempo también que se ve libre del líquido enfermizo. Pero los pensamientos siguen ahí, clamando salir, jugar, mostrarse en todo su esplendor, pidiendo a la vez respuestas que le lleven al borde del suicidio en un deseado triple mortal. No me callo, no, ahora no me callo. Ya llegará el bendito tiempo del silencio. 2/26/2014 0 Comments DesnudarmeTengo necesidad de desnudarme por dentro, de abrirme en canal y vaciarme o, lo que es lo mismo, llenarme de todo, mezclarme con el todo. ¿Puede alguien estar siempre abierto? ¿Puede alguna persona estar siempre dispuesta a abrirse, por la mitad o en mil pedazos, para ser ocupada por el abismo? ¿Podemos soportar la inmensidad de forma eterna?
El mar, tan fuera como dentro de mí. El fuego, recientemente encendido, me ayuda a aplacarlo. El viento lo acaricia, a veces lo amansa, otras lo agita. La tierra, siempre, conteniendo, ofreciendo su espacio para que ocurra lo que tenga que ocurrir. Ser tan generosa como la tierra lo es con nosotros y como una madre lo es con la criatura a la que le cede espacio de su propio cuerpo. Ser tan generosa, con el todo. Ceder espacio interno, al todo. Reorganizar mi cuerpo para que entre en él el vació, el todo, la nada. Sumergirme en el mar y disolverme para poder llegar a lo más hondo del abismo. ¿Qué se siente? La línea entre el sufrimiento y la paz es tan ilusoria como la identidad. A pesar de eso, existe, tan fina, veloz e indomable como el pensamiento. ¿Cómo entender que todo forma parte de lo mismo: la línea con sus dos lados, el mar tan fuera como dentro de mí, la paz y el sufrimiento? ¿Cómo entender el abismo? ¿Cómo VIVIR el abismo sin morir un poco? 2/17/2014 0 Comments De ida y vueltaHacer para mí, desde mí, por mí.
Escribir, vivir, amar para, desde, por... lo interno. Opción guiada por sentires y saberes con escasa forma dialéctica y/o posibilidad de explicación. Hacer para otros, desde otros, por otros. Escribir, vivir, amar para, desde, por... lo externo. Opción guiada por intenciones y por pensamientos que no ven más allá de la necesidad de re-conocimiento. ¿Quién gana? Siempre el caos. 2/5/2014 0 Comments Me atrevoEn una mañana loca, loquísima, de hacer mil cosas a la vez y no centrarme en nada y no poder a la vez parar de hacer cosas, pretendo sentarme a iniciar mi cuaderno nuevo. Tiro, para ello, de las palabras de Hélène Cixous ¡Suéltate! ¡Suelta todo! ¡Pierde todo! dice Cixous, maestra donde las haya de la escritura libre, de una escritura donde el sentir domina a la razón y, con ella, a las palabras.Toma aire. Cable directo a tierra, a mi cuerpo, a mi sentir. Hazte mar adentro. Adentro, afuera, ¡qué más da! El escalofrío que precede a lo desconocido se presenta y recorre mi cuerpo. Hazte de la letra. Palabra por fin habitada, ha-bi-ta-da, habitada. Palabra como medio para sentir, para darle forma al sentir. Palabra con-sentido. Palabra comprendida con el cuerpo. Escucha: nada ha sido hallado. Nada se ha perdido. Todo está para buscarlo. Escucho, escucho, escucho: salgo de mi orden, muevo las cosas de su lugar para encontrar y seguir buscando, dejo el control, al menos lo intento, y entro sin él en el ámbito de la confianza: el mar de posibilidades que habita en lo desconocido. Allá voy. Anda, vuela, nada, salta, corre, cruza, ama lo desconocido, ama lo incierto, ama lo que aún no fue visto, ama a nadie, que tú eres, que serás. Hubo una época en la que lo hacía y disfrutaba de ello, lo hacía, a cada momento, sin pedir perdón, sin excusarme ni justificarme ante mí misma, y esa época ha vuelto. Vuelo, nado, salto, corro, cruzo, amo lo desconocido, amo lo incierto, amo lo que aún no ha sido visto, hoy, como cuando era niña y libre, hoy que soy una mujer libre. Déjate, libérate de las viejas mentiras,atrévete a lo que no te atreves. Ya está. Hoy me atrevo. Mañana no existe. Hoy me atrevo. Me atrevo.
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